miércoles, 28 de febrero de 2007

¿De verdad lo es?

Cariño.
Atracción erótica.
Obsesión compulsiva.
Deseo.
Comprensión.
Estima.
Identificación.
Costumbre.
Celos.
Admiración.
Sexo.
Expectativa.
Dependencia.
Pasión.
Vida.
Compañía.
Compartir.
Melancolía.
Ilusión.

¿Es eso amor? ¿Cada uno es diferente? ¿Cuál es el verdadero? ¿O simplemente se trata de fases de un misma misma relación? He tenido de todo, pero... ¿de verdad lo es?

martes, 27 de febrero de 2007

No sabes lo que te echo de menos

Sacabas siempre una sonrisa de mí, incluso en los días difíciles. El tiempo pasaba de manera diferente cuando estaba contigo. Me producía alegría sólo con mirar cómo te movías. Los ratos que nos dejábamos de hablar me faltaba vida. Me llenaba de ilusión y de ilusiones cuando me proponías cosas.

No sabes lo que te echo de menos. Pero no te lo puedo decir. No pega conmigo decir esas cosas, ¿verdad?

Un mundo de contradicciones

No sé si es porque pienso en voz alta y articulo palabras antes de que las ideas tengan una forma bien definida. Quizá ocurra debido a mis inseguridades y a la necesidad de gustar alrededor. También podría obedecer simplemente a lo poco claras que tengo las cosas en general. La cuestión es que soy una pura contradicción. Y eso se resume en que a menudo actúo de forma diferente a como creo que pienso, ocasionándome una tremenda disonancia cognitiva que intento vencer reduciendo la importancia de lo que hago. ¿Me estaré traicionando a mí mismo? Yo, que tanta imagen doy de sensatez y de coherencia interna...

Afortunadamente tengo todas las contradicciones posibles, como forma de mimetizarme con este mundo. ¡Qué pereza si mi vida estuviera tan cuadriculada como para resultar siempre previsible! Pero la verdad es que ya ni siquiera estoy seguro de que escriba esto para convencerme de lo estupendo que es ser contradictorio, como dando por hecho directamente que tengo esa ¿cualidad?. Es posible que mis sentimientos y mis acciones no vayan de por libre. Me pregunto si de verdad siento y pienso como doy a entederme. O si, por el contrario, hago de mi filosofía interior de vida una idealización de lo que me gustaría llegar a ser.

No sé si puedo seguir con este blog. No tengo claro si de verdad quiero conocerme a mí mismo.

lunes, 26 de febrero de 2007

Lisboa y para de contar

Me he atrevido a poner una foto mía en el perfil de google. Es la primera vez que me muestro en público y me da algo de vergüenza, así que si me entra algún agobio la quito. Está tomada desde una de las colinas de Lisboa, en Alfama. Los tejados de la ciudad en primer plano, el Tajo al fondo.
Lisboa... Creo que nunca me he encontrado tan a gusto en una ciudad que no era la mía ni he sentido la necesidad de volver casi nada más regresar. Portugal dicen que es mucho más tradicionalista y católica que España, cosa que en principio me retraería. Pero Lisboa me acoge. ¿Podría vivir allí? ¿Dónde estará mi sitio?

domingo, 25 de febrero de 2007

Ironía municipal


Si nos pidieran que pensáramos en un barrio de Madrid al que cuidar especialmente, por ser un posible polvorín social, creo que muchos responderíamos Lavapiés. Debería estar especialmente mimado por el ayuntamiento, a no ser, claro, que tengan la idea preconcebida de convertirlo en un núcleo de marginalidad y conflictividad social en pleno centro de la capital. Valgan las siguientes imágenes (tomadas esta misma mañana, pero repetidas día a día) para determinar por dónde van los tiros.

viernes, 23 de febrero de 2007

Todo sigue igual para poder cambiar

Quizá todo tenga que seguir igual para poder cambiar. En ese caso los cambios no son provocados por uno mismo, sino que vienen impuestos por la necesidad de huir de la apatía. ¿Y de la agonía? ¿Cuándo uno es suficientemente consciente de que se encuentra en estado agónico? Espero que no demasiado tarde.

jueves, 22 de febrero de 2007

Todo cambia para seguir igual

El año pasado fue un mal año. Algunas cosas ocurrieron porque tenían que ocurrir. Otras ocurrieron y no tenían que ocurrir. Muchas presiones. Me perdí, no sabía dónde estaba. También perdí a gente que me había acompañado en mis últimos años y que hasta el momento me habían hecho sentir menos peor persona. Se juntaron tantas cosas que no sabía cómo afrontarlas.

Según iba terminando el año, me daba la sensación de que todo había cambiado, pero que en el fondo seguía igual. Algunas personas regresaban, las anteriores situaciones se retomaban. Todo había dado vueltas y al final la ruleta quedaba en la posición original. Pero el último día del año fui consciente de que ya nada sería nunca igual. A las 23:59h del día 31 de diciembre no me llegó por sexta vez un sms de amor. A las 00:01h del día 1 de enero no recibí también por sexto año consecutivo un sms de amistad. Era previsible. Pero hasta ese momento no me di cuenta de que ya no era el mismo que un año antes. Desde entonces soy mucho más pequeño.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Como una aparición

Esteban murió el día que cumplió 17 años. Le atropelló un coche. Fue mientras corría persiguiendo a un taxi donde se encontraba su actriz favorita, Huma. Había ido a ver con su madre Manuela una obra titulada Un tranvía llamado deseo. Esperaban a la protagonista a la salida del teatro, a la captura de un autógrafo. No consiguió el autógrafo y además perdió la vida. Se cegó en su deseo y no vio la muerte que atravesaba la carretera. Hace ya 7 años que sus ilusiones sólo existen en las personas que heredaron sus órganos.

Hoy he vuelto a ver a Esteban. Estoy seguro, era él. Ha sido como una aparición. Pero me miraba y yo le miraba. Era real. Conservaba sus gestos, su inocencia, su misterio. Allí estaba, en mi gimnasio, en una sesión con entrenador personal, Eloy Azorín.

Mirada con Casa de Campo al fondo

Llega a las 08:05h a Lago, siempre apurado de tiempo. Pero llega siempre perfecto. El pelo muy rapado, casi al cero, con unas patillas anchas, pronunciadas y muy bien cuidadas. Usa ropa bastante ajustada, combinada de manera perfecta. Lo que mejor le queda es el color oscuro, de marrón parece más alternativo, pero el negro (con su abrigo largo a juego) le da un aire de elegancia increible. Creo que es americano, por los rasgos y, sobre todo, por el acento. Ayer le vi también durante la comida, así que tuve doble ración.
Intento ponerme detrás de él en el autobús. Suelo estar antes que él en la cola, así que tengo la esperanza de que algún día elija para sentarse el asiento de mi lado. De momento, me conformo con mirarle, con la Casa de Campo al fondo.

martes, 20 de febrero de 2007

Moscas en Febrero

Ayer vi desde la ventana de casa la primera mosca del año. No está mal, para ser mediados de Febrero. El año pasado a finales de Noviembre aún quedaba alguna superviviente. Sólo dos meses de supuesto invierno. Aunque más bien podríamos hablar de otoño prolongado o de primavera adelantada. Me cuesta ver plantas en flor en Navidad.

Como buen progresista, no es que sea partidario de que las cosas sean siempre como han sido de toda la vida, pero en cuestiones de climatología sí que opino que cualquier tiempo pasado fue mejor. Nos achicarramos en verano, mientras que en ¿invierno? la nieve cada vez es más desconocida. Recuerdo cuando mi abuela contaba las tremendas nevadas que caían en Palencia cuando era joven, que empezaba a nevar por la noche y al día siguiente no podían salir de casa porque se quedaba bloqueada la puerta ante la altura que cogía...

Esta reflexión es sólo por melancolía. El día que nuestras costumbres y nuestra economía se vean de verdad alteradas por los efectos del cambio climático ya veremos si aún tenemos ganas de llorar. Y lo dejo ya, que hoy estoy intelectual.

sábado, 17 de febrero de 2007

¿Quién soy yo?

¿Y si fuera como aquellos cuya forma de ser critico? ¿Y si reuniera las características que me repugnan de una persona? ¿Y si no me dejo ser tal y como soy? ¿Y si tengo una imagen idealizada de mi mismo?

¿Y si no fuera yo?

viernes, 16 de febrero de 2007

De lunes a viernes

Mi vida transcurre entre instanciaciones, solapes, gestores, soportes, implementaciones, puntos de situación, flujos, recursos, visibilidades y una larga lista de siglas cuyo significado ni siquiera conoce quien las emplea. Algunos ejemplos: GDO, GDP, UUNN, UAT, PAP, ASAP, FYI, E2E, GUI, MAD, SCE, SCR, EV...

Con esta situación, la única manera de intentar conservar la cordura (dudo de que lo esté consiguiendo) consiste en tener vida más allá del trabajo. Salir a una hora prudente y poder hacer cosas después. Mantenerme activo, ir al gimnasio, a pasear, a hacer fotos, de cañas, de cena, al cine, al teatro... Aunque sólo sea para rendir más, puesto que todo el mundo sabe que lo verdaderamente importante en esta vida es rendir en el trabajo.

jueves, 15 de febrero de 2007

¿?¿?¡¡¡

Uno es más guay por poner varias interrogaciones seguidas sin nada en su interior, como si estuviera preguntando todo lo anterior ¿?¿?¿?
No¡¡¡¡ Uno es más alternativo si sólo emplea al final de la frase varias exclamaciones hacia arriba.

miércoles, 14 de febrero de 2007

El metro

Madrid, 3 millones y medio de habitantes. Puede que en torno a un millón más entren a diario en la ciudad. Y sin embargo, todos los días (y esto quiere decir de lunes a jueves) me encuentro a la misma persona en el mismo vagón del metro. Curioso. Suele vestir de oscuro y le recuerdo con un pantalón casi negro, como de chandal, y con una cazadora de capucha con pelos. Es rubio y lleva el pelo muy corto, con una barbita de 5 ó 6 días de esas que se llevan.
Él siempre llega tarde allá donde vaya. Se sube en Sol, línea 3. Se baja en Plaza de España. Sale corriendo del vagón. Y desaparece por la salida de Leganitos. ¿Dónde va? Por su edad debería ser estudiante. Pero no lleva mochila ni carpeta. Me le imagino yendo a cuidar a alguna persona mayor, por ejemplo a su abuelo. No podría explicar por qué. Aunque lo más probable es que vaya a trabajar y entre a las 8. Con ese atuendo bien podría ser obrero de la construcción o algo similar.
Mañana seguro que le volveré a ver.