Hoy no empiezo hablando sobre mí. Toca repasar este año. De forma objetiva. Creo.
Por su lado, los precios de los alimentos básicos se pusieron por las nubes. Ésta vez la excusa era que los cereales han comenzado a emplearse para producir biocombustible, además del consabido creciente consumo de China. En fin, reduccionismo economicista en base a la ley de la oferta y la demanda. Como si esto fuera un mercado perfecto. Como si todos dispusiéramos de información completa, no existieran barreras a la entrada, nuestras preferencias se fundamentaran en la no saciedad y no se generaran externalidades. Mientras tanto, los agricultores y ganaderos palentinos se frotan las manos por lo bien que les han pagado las cosechas los hipócritas neoliberales, a pesar de la plaga de topillos. Carpaccio de bakala para todos.
Si hablamos de México, el tráfico ha sido imposible. En Barcelona funcionó mal el servicio de cercanías que comunica la costa con la ciudad, por no hablar de los problemas con el AVE. En Las Palmas no se ha creado trabajo. Alicante siguió siendo fea. Y Valladolid generó pocas producciones teatrales.
Termina el año con una huelga de los empleados de limpieza en el metro de Madrid. La situación es crítica, pero aún salubre. La mayor parte de la basura acumulada en estaciones y andenes la componen trozos de periódicos y cartulinas de billetes usados. Todo se puede barrer sin problemas. Costará más sacar las manchas de grasa, pero sólo es cuestión de tiempo.
Me han contado que quizá una relación cerrada sea un mero contrato originado por la propia inseguridad en nosotros mismos. La renuncia a la libertad para conseguir una cierta estabilidad. Descartar lo que te puede apetecer para conservar lo que tienes. Frustración para seguir adelante. Muchas reflexiones, con castigos incluidos. Un año de resumen para varios.
Y ahora voy ya a lo mío (como si lo anterior no lo fuera...) Sólo expresar mi deseo de que las personas que han venido nuevas sigan cerquita. Porque, dios, no sabéis lo que valéis. Prefiero no dar nombres, pero vosotros lo sabéis. Y quien ha salido, habiendo aportando antes algo muy importante, sólo puedo decir: gracias por haber estado ahí. Y perdón. No quise hacer daño.
Que el próximo año sea mejor. O no.
Que el vértigo siga sin tratamiento.
Que las imágenes cobren una tercera dimensión.
Que la ilusión campe a sus anchas por estas tierras resecas, a veces sin color.
Y que tú me ayudes a ser feliz.
Y ahora voy ya a lo mío (como si lo anterior no lo fuera...) Sólo expresar mi deseo de que las personas que han venido nuevas sigan cerquita. Porque, dios, no sabéis lo que valéis. Prefiero no dar nombres, pero vosotros lo sabéis. Y quien ha salido, habiendo aportando antes algo muy importante, sólo puedo decir: gracias por haber estado ahí. Y perdón. No quise hacer daño.
Que el próximo año sea mejor. O no.
Que el vértigo siga sin tratamiento.
Que las imágenes cobren una tercera dimensión.
Que la ilusión campe a sus anchas por estas tierras resecas, a veces sin color.
Y que tú me ayudes a ser feliz.