domingo, 13 de mayo de 2007

Tranquilidad


Creía que la tranquilidad era eso. Pero me equivocaba.

Me encontraba en medio de una cala casi virgen. Dentro del agua. Me llegaba a la altura del pecho. No se movía. Era el mar más quieto que había visto nunca. Podría haber sido también el más transparente. Pero me rodeaba una finísima película de grasa. La desprendía yo. Me había dado mucha crema para impedir, sin éxito, las quemaduras solares. Estaba desnudo. Situé los brazos en dirección al horizonte. Paralelos a la balsa de agua. Apenas rozándola. Y cerré los ojos. Sólo se escuchaba un ligero gorgoteo. Lo producía alguna que otra onda que me golpeaba. Olía bien. Se respiraba puro. Suspiré. Dejé escapar un sordo gemido de placer. Pasaron así algunos minutos. Despues, abrí los ojos. A ambos lados, unas formaciones rocosas espectaculares. Al frente, una fusión de colores pastel. Detrás, desierto. Abajo, me rodeaba una manada de peces (voy a exagerar) de no menos de medio metro cada uno, que estaban encantados de verme y que movían su aleta en previsión de ve tú a saber qué. Cuando conseguí deshacerme de ellos, me di cuenta. Fui consciente de que había vivido un momento de paz absoluta. Irreproducible. Lo que estaba buscando. Eso pensaba.

Pero no era así.

Creía que la tranquilidad era eso. Cuando, en realidad, me la das tú. Lo sabes, ¿verdad?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

qué envidia de momento.

no es facil preveer qué o quién nos dará lo que necesitamos. pero si tienes ya la suerte de saberlo, vete a por ello.

luigi dijo...

¿y ahora no te preguntas si lo estara leyendo? Yo me pondria muy muy rojo si leyese algo asi de alguien hacia mi... Muuuucho...

Anónimo dijo...

Desde luego, a mí me encantaría que me dijeran eso. Espero q a esa persona le haya gustado.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

la tranquilidad viene en forma de oreja en estas últimas noches sudadas de madrid que estoy viviendo

Vulcano Lover dijo...

Son dos tranquilidades diferentes, David... Necesitas la interior irremediablemente para que la que te proporciona él pueda ser auténticamente real y sobre todo efectiva. Uno no nace a la tranquilidad si no la genera desde dentro. Quizás luego necesitemos de una musa que nos la active, pero... sin duda nace de nosotros...
Buen día, guapo... seguimos con nuestros soliloquios...

Carlitos Sublime dijo...

Yo creo que la tranquilidad son muchas cosas, amigo. Sin duda, lo que tú experimentaste se parece bastante a ese concepto. Y la cercanía de la persona amada, también: por todo lo que supone, por lo que conlleva. Ambas son necesarias y se complementan.

Por cierto, ¿has estado en Andalucía? ¿Puedo preguntarte en qué zona? ;-)

Un abrazo, y p'alante.

Carlitos

Fenjx dijo...

hay brazos que uno siente como su patria
que suerte sentir que uno vuelve de nuevo a ese lugar que no hubiera querido abandonar jamás
pero eso si
vulcano lo ha dicho antes que yo
nadie saca de nosotros nada que nosotros no tengamos dentro
sería fabuloso que alguien llegara y nos salvara
pero eso solo ocurre en los cuentos
y en los finales de los juegos de super mario
yo creo que lo que hace el otro
es funcionar como vehículo
con el que poder compartir la paz que llevamos dentro y que tanto nos suele costar sacar
que la paz y y el fomentador de la misma te acompañen

David dijo...

Gatchan82, seguro que todos tenemos algún momento especial que recordamos como referencia de "esto es lo que yo quiero". Lo cual no impide que sigamos queriendo vivirlos.

Luigi, creo que sí que ha provocado ya algún que otro rubor...

Raull, lo que nos gusta a todos escuchar cosas bonitas ¿verdad? Con lo fácil que es y lo barato que resulta, no sé por qué no lo hacemos más.

Anónimo, veo que sí que lo sabes...

David, una vez más absolutamente de acuerdo contigo. A pesar de todo lo que pueda aparentar, esa tranquilidad interior, mía propia, la estaba consiguiendo en los últimos tiempos. Ahora toca disfrutarla.

Carlitos, estuve en el Cabo de Gata. Me parece que si nos ponemos por aquí a profundizar en el triángulo Madrid - Sevilla - Almería aparecería alguna que otra sorpresa...

Fenjx, me gustan tus metáforas. De dentro he sacado fuerzas y trato de ser coherente conmigo mismo. Ésa ha sido la forma de conseguir una paz que me permite moverme ahora en vehículos no contaminantes.

Mathieu Saladin dijo...

Dios, es lo que he estado buscando toda mi vida.





Yo hubiera entrado en extásis y huiera desaparecido de este mundo.

Cind dijo...

Momento genial el que describes. Y mejor aún el final. Me parece muy sabio.

Peritoni dijo...

Vaya momento, no sé si alguien que no sea David te conseguirá alguna vez tanta paz ;)

David dijo...

Hugo, no te creas, en cierto modo desaparecí.

Churruán, más sabio es vivirlo, o mejor, querer vivirlo.

Peritoni, la paz sea con vosotros, hermanos, estoy por repartirla jeje

Besos a todos, que hoy ando sensible :)

Martini dijo...

digo lo mismo que han dicho por ahí
ojalá me dijeran eso a mí...

Eric dijo...

Qué bonito :')

Mira que las calas vírgenes (o casi) son de lo que no hay. Me has recordado un viaje a Ibiza que hice. Hay que volver al mar...