sábado, 26 de mayo de 2007

Economía de la ilusión



En la primera clase de mi primer día de universidad definieron qué es la Economía. Decía algo así como que es "la ciencia que estudia la asignación de bienes escasos entre usos alternativos".

Mantener la ilusión resulta fundamental para seguir respirando. Pero vivir de la ilusión no aparta la idea de querer apreciar cada instante. Me he dado cuenta de ello algo tarde. Pero aún hay tiempo. Tomo, pues, la iniciativa de mi vida para poder seguir adelante con esta sonrisa que no termina de huir. Se dispone de momentos tan escasos de felicidad plena que, cuando los disfrutamos, sufrimos al mismo tiempo ante la idea de que no siempre pueda ser así. Cuando estás arriba, tiene que quedar pendiente algo más que el descenso inmediato. Supongo que la cumbre es algo que está en nuestras manos mover.

Quizá por todo eso soy economista. Cuadriculado, interventor, maniático, desquiciado, ordenado, esperanzado. Iluso. Ilusionado. Y probablemente también debido a ello me dedico al apasionante mundo de la informática. Es la alternativa que mejor satisface mis necesidades económicas. Aunque me vacíe por dentro. Pero creo que lo compenso bien. He encontrado la distribución adecuada. Has optimizado mis recursos escasos.

Pero el equilibrio, desgraciadamente, no es en el sentido de Pareto.

4 comentarios:

Martini dijo...

Tendría que haber estudiado economía... para saber repartir la escasa ilusión en "otros" medios...

Vulcano Lover dijo...

Yo, como economista, no me identifico mucho con eso de cuadriculado, interventor, maniático, desquiciado, ordenado, esperanzado. Iluso. Ilusionado.
Bueno, quizá con lo de ilusionado sí, un poco más...
Por eso supongo que mi dedicación profesional se dirigió hacia el mundo de las personas, de lo humano, de la gestión de las cosas que tienen que ver con las personas...
Aún así, ser economista imprine cierto carácter... y sé que, aunque diferentes, hay algo que nos une por ahí, por nuestra formación ecadémica (curioso, no?)
En fin, me has hecho recordar aquel día en que también a mí me definieron la economía de aquella forma... qué tiempos aquellos, qué diferente era todo... Yo no pienso tanto que la felicidad sea un bien escaso que hay que asignar o administrar en todo lo largo de la vida, que de otra forma sería gris... Yo más bien pienso que la vida está inevitablemente hecha de contrastes, y que la felicidad, tanto como el dolor, o la apatía, son grados o maticesd e un mismo color que es vivir... y que es la existencia de esos matices loq ue da sentido a que la felicidad sea felicidad o el dolor dolor, o el aburrimiento aburrimiento... Las cimas son momentos, pero los valles y las pendientes también son maravillosas si aprendemos a vivirlas no como fases provisionales sino como destinos en sí mismos... Cada día tiene su hermosura, si sebamos buscarla... No crees???
Nos debemos un paseito, te recuerdo...
Besos

Vulcano Lover dijo...

Ah... y la ilusión... sinceramente, no creo que sea un bien escaso... ;-))

Más besos.

David dijo...

Mart-ini, el truco creo que es hacer de la ilusión un recurso no escaso, que no haga falta repartir, sino que podamos disfrutar de ella a discrección...

David, qué recuerdos ¿verdad? Estoy completamente de acuerdo contigo, de hecho sabes que estoy buscando en el día a día lo bueno y disfrutando incluso de todos los contrastes...