El chico del autobús siempre encuentra la ropa apropiada para camuflarse con el clima. Estos pasados días primaverales lucía tonos pastel. Hoy llueve en Madrid y ha vuelto al negro (le sienta mucho mejor), protegiéndose con una especie de chubasquero a juego que le quedaba genial. Esta mañana no me he podido sentar detrás de él, a pesar de que había sitio libre y que me encanta ir mirándole las pecas que tiene en la cabeza (son exactamente tres y media, al principio creía que eran sólo tres, pero a base de fijarme le vi una mancha adicional que apenas se notaba). Me puse al otro lado del autobús porque estoy padeciendo un brote de acné y, claro, no iba a estar enseñándole la mitad de mi cara en plena erupción.
Es lo que tiene conservarse tan estupendamente joven. Incluso he vuelto al alcohol. La única diferencia es que con 18 años hacía competiciones con mi amigo David a ver quién aguantaba mejor las sucesivas dosis de tequila, chinchón y absenta, mientras que ahora me da por el ron con cola. Tampoco es precisamente mucha mejora, ya que el garrafón de Madrid tiene tela. Además, el viernes pasado volví al calimocho... sin comentarios.
(Ya llevo unos cuantos posts y aún no he hablado de política. Me alegro de ello, porque está el país como para exiliarse en una isla... Prefiero la bandera de la derecha).
11 comentarios:
Yo también tengo tendencia a perseguir con la vista y la imaginación a desconocidos en el autobús de la mañana. Día a día, llegan a convertirse en casi familiares, como algo un poco tuyo... Luego, a veces, desaparecen sin dejar rastro... Qué cosas tenemos...
Saludos.
jajaja, muchas gracias por la visita... Me ha parecido curioso, porque la foto de tu perfil, precísamente está hecha en uno de los miradores de Lisboa (si no me equivoco), no??
Gracias, guapo, tembién te seguiré por aquí.
Claro, tengo un post más abajo dedicado a Lisboa! :)
Sí, es verdad... lo vi después, recorriendo tu blog (que veo además que es recientito).
Pues nada, bienvenido a este mundillo. Ya te seguiré comentando por ahí. Veo que nos une Lisboa y la fijación con los chicos que se nos cruzan en los lugares públicos... Además de otros pequeños detalles que me han hecho sonreirme, lo cual, en una gris mañana laboral, siempre es algo de agradecer... Lo haré con una sonrisa.. y un beso.
(además, si no es una mera máscara, creo que además de compartir signo zodiacal, también compartimos nombre...)
;-))
No es nada máscara! Ni siquiera el blog, que pretendo sobre todo escribirlo para saber qué pienso yo mismo... algún día lograré conocerme.
Veo que te aburres en el trabajo, pues contestas muy rápido jeje (es broma)
No me aburro, más bien tengo trabajo de sobra... pero siempre hubo prioridades, las cosas como son... Y las personas siempre por delante de las hojas de excel y los correos elecrónicos de trabajo... sobre todo, cuando merece la pena... Esto se está convirtiendo en un chat, no sé si fue la intención con la que fue creado, ji ji ji
Y tú... ¿también te aburres?
Qué vergüenza, a tu edad y con acné, jajajajajajaja. Yo que tú ni salía de casa, mira lo que te digo.
No precisamente, pero me canso de la documentación, mails, migraciones y demás rollos...
Es verdad, esto parece ya un chat! :)
j.h. que sólo tengo un par (bueno, 3) de granitos en la parte derecha! Pero me duelen mucho jeje Mira, así me da un aspecto más juvenilll
Es que a mi me gusta mucho retar a la tecnología... Al final, las personas siempre ganamos y conseguimos hacer nuestras las herramientas para adaptarlas a nuestos anhelos, no crees?? Jiji
Pues ala, queda inaugurado el chat (de momento la cosa aún no llega a party-line, no??) de tu blog...
Cuídate los granitos, guapo.
Yo también me quedo con la bandera de la derecha de la foto, jeje.
Saludos!
Publicar un comentario