domingo, 25 de marzo de 2007

No por mucho reivindicar amanece más temprano

Creo que ayer había partido de fútbol. Es probable que jugara la selección, pues a las 4 de la tarde ya había bastante gente con bufandas con los colores patrios (hay que ver la obsesión de los futboleros por las bufandas, a pesar de los 20 grados que teníamos a esa hora). Es más, puedo apostar a que España jugaba contra un equipo que vestía de rojo, puesto que éste era el color que más se veía por Huertas.

Tras varias semanas con las calles tomadas por pajarrajos de varias clases, por fin Madrid adoptó el color que me gusta. No precisamente por esa confluencia de exaltación de los valores nacionales que suelen traer semejantes acontecimientos deportivos, sino por el aire reivindicativo. Se respiraba vida por todas partes. Vida, ilusiones, esperanzas, utopías... Tras muchos meses deuna incomprensible escasa adhesión, por fin tuvo lugar una manifestación algo multitudinaria por el derecho a una vivienda digna. Y allí fui a cubrir el acto, como acostumbro en cualquier mani que se precie. Para disimular, acudí con atuendo deportivo y barba de 4 días. Pero no pasé precisamente desapercibido. En estos eventos parece que se lleva ropa oscura, mientras que mi look deportivo está compuesto por múltiples colores y tallas S, así que no pasé por un fotógrafo profesional. Como me daba vergüenza, no pude conseguir un testimonio gráfico suficiente que acreditara el buen ver de la izquierda alternativa de este país. Así que me conformo con mis típicas fotos de banderas y accesorios en Sol y Alcalá..

Después, otra concentración en protesta por el deterioro de Lavapiés. Y corriendo al teatro, a que nos incitaran con locura a la revolución, a la abolición de la monarquía, al poder de los obreros, al fin de la pobreza... También pretendían abrirnos de mente: "Ojalá algún día aprendamos a ver; ojalá algún día aprendamos a comprender".

Había que compensar tras tanto compromiso social y otra vez acabé viendo amanecer. ¡Cómo me gusta!

4 comentarios:

Vulcano Lover dijo...

Siempre sienta tan bien ver el amanecer...

Me gusta tu lado de espía de la revolución... jajaja (ya me dirás qué tal la obra que quería ir a verla pronto...)

Besos (hoy por la noche... es que estoy de días libres, pero no quiero que te quedes sin mi comentario)

D.

Cind dijo...

Olé las manifas con sentimiento, olé el reportero gráfico, y olé el Tío Pepe.

Mathieu Saladin dijo...

Cuanta vida social (reivindicacion social) se respira, vivan los colores y las talas s!!!!jajajajaja

Que tal estuvo marat-sade, creo que las criticas que habia recopilado no la dejabn muy alla, pero tampoco me fio. Yo te recomiendo "Un enemigo del pueblo" aunque creo que ya la han quitado. :P

David dijo...

Vulcano, muchas gracias por continuar con tus visitas a pesar de las vacaciones (qué suerte¡¡¡). La obra muy bien, hay que ir a verla con la mente muy abierta, pero muestra una locura que sienta muy bien. Ver amanecer es genial, pero sólo cuando ocurre tras una noche divertida y especial y no porque has madrugado más de la cuenta ;)

Churruán, así me gusta, mucho olé para ser mejor español jeje

Hugo, suelo decir que la reivindicación es en sí vida, el conformismo que nos imponen nos transforma en vegetales. Por eso la de Un enemigo del pueblo también la voy recomendando yo. Pocas veces me ocurre el perder la noción de que estoy viendo teatro, pues me metí completamente en la trama.